QUÉ PASA NEN?

Tras 12 horas de vuelo sin pegar casi ni ojo (Alfonso hizo ruiditos sólo dos veces y poco rato), aparecimos a las 6 de la mañana en el aeropuerto de Bangkok, muy cansados pero con ganas de patear la ciudad. Cogimos el metro y después el Skytrain, que nos llevó desde el aeropuerto a Siam Station, donde está Wendy´s Guest House, nuestro alojamiento (muy chulo, por cierto). Dejamos las maletas, dormimos un par de horas, comimos (muy bien, por cierto) y a patear, bueno, o al menos esa era nuestra intención, patear, porque tras bajar del edificio State Tower, desde el que se ve toda la ciudad a través de los ventanales de la planta 64, un conductor de TukTuk, llamado Nen (qué pasa Nen?) nos convenció para llevarnos a donde quisiéramos y todo el día por 20 baths (medio euro). Para el que no haya estado nunca en Bangkok que sepa que viajar en TukTuk es barato, pero significa que durante el trayecto hay que parar en tres o cuatro tiendas y hacer el paripé de echar un ojo a lo que tienen como si quisieras comprar algo, aunque luego no compres. Los dueños de las tiendas dan a los conductores de TukTuk unos cupones de descuento para gasolina por cada turista que lleven. La frase más típica de los conductores para convencerte es: “you help me and I help you”. Ese día vimos, además de las tiendas, dos templos budistas (impresionantes, por cierto), y unos atascos del copón -sí, suena feo, pero es que queman-. Nos fuimos a cenar y quedamos con el, hasta ese momento, “amigo Nen” para que nos llevara por la noche a un Ping Pong Show -todo el que va a Bangkok debería ver los “circus-like sex shows” como dice la Lonely Planet- . Nos recogió como habíamos acordado y todo iba muy bien, jiji jaja, amigo Nen por aquí, qué pasa Nen por allá, Spain World  Champion, matador, blablablá, llegamos a la puerta del Ping Pong Show y cuando preguntamos el precio nos pareció carísimo -una pasta-, así que le dijimos al conductor anteriormente conocido como “amigo Nen” que nos volviese a llevar a Siam. Empezó a mosquearse y a decir que si no entrábamos al Ping Pong Show no nos llevaba más en su TukTuk (seguramente también se llevaba comisión por cada turista que entrara a ese sitio), así que eso nos hizo, el “maldito Nen”, allí nos dejó tirados, a dos horas de caminata hasta nuestro alojamiento, a las 11 de la noche y con un palizón en el cuerpo que os podéis imaginar,  jurando que no volveríamos a confiar en un conductor de TukTuk, ¡MALDITO NEN! -no da tanto miedo pasear por Bangkok de noche, sólo hay que sacar pecho como en el barrio del Raval en Barcelona…-

 

2 Replies to “QUÉ PASA NEN?”

  1. madre mia…. pero cuanto costaba entrar a ver el partido de ping-pong entre vaginas tailandesas..??? Era como un partido de Champions en el Bernabeu…
    Pasarlo bien.. y no mas Tuk.tuks…

  2. Vaya con los tuk tuks,,,curioso el diferente sistema turístico, aunque invariante, sacadineros por todos los lados,,,yu hubiera hecho lo mismo, a andar!

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