#fosilete366
Este año me gustaría retomar viejos hábitos, como los proyectos anuales de fotografía. Me ayudan a mantener la mente viva y solamente me suponen soportar las alarmas del reloj. Lo de los vídeos diarios ya se convirtió en una rutina de vida, como el peinarse o cepillarse los dientes.
Para 2023, año bisiesto, estoy usando Hipstamatic, una herramienta para iOS que lleva en activo más de 13 años y que tiene una comunidad muy bonita de gente desconocida que solo busca hacer fotos con filtros de móvil. En 2011 la usé para un proyecto anual, aquí puedes ver el resultado.
Hipstamatic es una app sin algoritmos de publicidad, y aunque también use Instagram y Facebook porque son, como Whatsapp, las redes más usadas por todos, pues ya estoy cansado de ver cosas (publicidad o fotos de gente que no conozco) por las que no me uní a estas comunidades. Comparto las fotos también en VERO, otra red social sin algoritmos raros donde solo ves lo que comparten tus contactos. En este caso, también existe para Android. Este es mi perfil. Puedes compartir lo que escuchas, lo que ves, lo que lees y sobre todo: FOTOS.
Es cierto que la gente de mi generación usa cada vez menos redes sociales, da pereza, ahora leemos mucho más… oh wait!. Pero para mí hacer fotos sigue siendo una vía de escape y lo que os decía antes, me anima a mantener el cerebro despierto.
Os dejo mi perfil de Hipstamatic y os animo a que le echéis un ojo si podéis, al igual que VERO
https://hipstamatic.app/@fosilete
Lo de seguirme en Hipstamatic, VERO, Instagram o Facebook ya es opción personal. Ya está asumido que muy pocas personas dan al corazoncito, dan al me gusta o se paran a mirar una foto durante más de 2 segundos. Nos han ganado los microvídeos!
Ahí lo dejo 😉
Ruedas de pan de 8 radios
Después de 172 días, con las ventanas abiertas, nos juntamos.
500 ppm de CO2
Lo malo de las reuniones de los que tenemos mote es que son cortas y rápidas. Lo bueno, todo lo demás.
Hace falta recolocarse en los parques, en los campos, y charlar sin encastillarse. Aunque tengamos que aprender a sonreír con los ojos.
De lo espiritual, de lo religioso, de la curiosidad y de la profundidad.
Echarse para allá y levantarse de la mesa diciendo “comería un poco más”.