Hoy, una semana después, sigo soñando con ello… y es que en Vitoria todos los años pasa lo mismo; siempre hay un momento mágico para recordar. Es lo que hace que año tras año quiera volver a vibrar con el roll & rock.

Este año hemos ido Eli, Fran, Cristi y yo a dormir en tienda de campaña un sólo día. Objetivo Bob Dylan, Bad Religion, The Hives y por encima de todos Chris Isaak.

El turno uno fue para el abuelo Dylan, haciendo lo de siempre, no saludar, no despedirse, y reinventar sus canciones. Por mí genial, porque tocó mi favorita “Don´t think twice, it´s alright“, y genial porque cuando estás escuchando un par de clásicos sabes que estás delante de un monstruo de los escenarios.

El turno dos fue para el señor Chris Isaak, un chaval enamorado de la playa de 54 añitos, que hizo arrodillarnos a TODOS ante su magia. Por culpa suyo tengo morriña, porque después de años esperando este momento, esa hora y pico fue la más rápida del fin de semana, dejándonos a TODOS con ganas de que se quedara toda la noche sobre el escenario. Desde niño soñé con oír “Blue Hotel” en directo, y tuve miedo por una posible decepción…ay tonto de mí… uno de los mejores conciertos a los que he asistido fue lo que dio el señor Isaak. Momentazos mágicos como “San Francisco Days” o “Wicked Game” bajo las luces de las gotas de la tormenta, hicieron que todo se volviera épico. El público empapado no dejaba de sonreír por culpa de versiones como “Love Me Tender” (en la que Chris se empapó) o “Pretty Woman“, y a mí se me saltaban las lágrimas. Una pena estar lejos la semana siguiente y no poderlo ver en Madrid.

Chris Isaak repasó todo lo grande de su discografía, esa que tanto me ha hecho soñar con paraísos perdidos, esa que sigo escuchando sin parar de decir “qué grande”, esa que todos los asistentes, por muy duros, jóvenes o pasados que fueran, conocían.

En todas las críticas del festival se ha dicho que el ganador absoluto, el que se llevó a todos de calle, fue el único e inigualable Chris Isaak. Lo que os perdísteis si no le habéis visto en alguno de los conciertos que ha dado en España…Menuda voz, y menudos trajes! Suit Up!

El momento triste pasó después, en el que alguien robó una de las guitarras de su equipo…poca vergüenza, y poco respeto…

Después del subidón dejó de llover, por arte de magia, como si la lluvia se hubiera encargado para el SHOW con mayúsculas del Azkena de este año. Y llegaron The Hives, para divertirnos a empujones con sus estribillos tan guapos. Voy a ser sincero y diré que esperaba este concierto con ganas, y no me defraudaron…como todos los suecos que he ido a ver. Señores, lo escandinavo es muy bueno, y no sólo en novelas, escuchemos a los de pieles claras, que menuda fuerza tienen…dejo aquí nombres como Hellacopters, Mando Diao, o más suaves como Kings of Convenience…pero es que nos llevan unas cuantas vueltas de ventaja!!!!

Y para finalizar, el profe de ciencias de UCLA del primo de Eli, el señor Greg Graffin, alma mater de Bad Religion, dirigió un recital de punk rock como los de toda la vida. Celebrando sus 30 años de historia, ya les gustaría a muchos tocar como lo hicieron ellos, con un sonido perfecto. Por algo es que las todas las bandas de pop punk, de punk y de rock los tienen en un pedestal.

Señores, el Azkena lleva unos años siendo mi festival favorito, y cuando uno cree que este año no va a superar al anterior, toma! chupito en la frente, para que te calles la boca!

El próximo año será el décimo aniversario del Azkena, la cosa promete!