– Reconozco todas, una a una, las apófisis espinosas de tus vértebras.
– ¿Cómo dices?
– Que me sé tu espalda de memoria.
– Pues yo guardo historial de tus fragancias cotidianas.
– ¿Qué?
– Que si no te duchas me entero.
Lugar: Sevilla – España
– Reconozco todas, una a una, las apófisis espinosas de tus vértebras.
– ¿Cómo dices?
– Que me sé tu espalda de memoria.
– Pues yo guardo historial de tus fragancias cotidianas.
– ¿Qué?
– Que si no te duchas me entero.
Lugar: Sevilla – España