Compré dos tumbonas. “A mí me gusta a pelo”, me dijo. Y nos sentamos en el suelo.
Compré dos cocacolas y dos copitas de plástico para tomárnoslas. “A mí me gusta a pelo”, me dijo. Y las tomamos a morro.
Compré unos condones. “A mí me gusta a pelo”, me dijo. La semana que viene cuelgo la foto del crío.
Lugar: Brighton – Reino Unido