Mi vecina fue la primera a la que le vi las bragas así, desde abajo, y me nevó un mínimo olor de mar que todavía me bendice. Era viuda y joven y una tarde pasó a casa a por algo y me saltó de una zancada y se me cayó el click de la mano y ya ni las mujeres ni yo fuimos los mismos.
A los árboles, a la vida me gusta mirarlos desde abajo, porque así ellos me miran a mí con otro amor, porque hablamos de lo mismo, porque con el cuello tieso me vuelvo vulnerable, traspasable, y dejo al aire las bragas del alma.
Lugar: Córdoba – España
2 replies on “Semana 39”
Ole, que bonito.
Y es que, aveces, la belleza se encunetra en otro punto de vista.
Sí, señor, Dani, la belleza está siempre en tu punto de vista. Gracias.