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Poniente de Elefante

Semana 35

David tenía las orejas grandes como dos hamburguesas; los chavales se metían con él. Cuando David cumplió 11 años los compañeros le tiraron tanto y tan fuerte de las orejas que se le quedaron como dos rodajas de sandía. Para intentar que encogieran metió la cabeza en el congelador, y nada, en la secadora, y nada, se las recortó en el espejo y al rato le crecían el doble. A David me lo encontré ahorcado en un parque cuando todavía no era de día; desde el otro lado del árbol se veían asomar las orejas; sólo cuando lo descolgó el forense le menguaron hasta el tamaño de un mejillón.

Lugar: Islas Molucas – Indonesia

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