Cuando aprendí a leer dejé de pescar. Mamá decía que las letras se me podían escapar de la cabeza y perderse en el mar.
A mí me gustaba llegar a casa oliendo a pescado, a mis amigos les daba envidia, yo ya era un hombre de mar, y a las chicas les daba asco y no se acercaban.
A veces cogíamos peces pequeños como colillas y otras peces grandes como guitarras. A mediodía me gustaba dormirme en la barca a la suave nana del mar.
Dejé de oler a pescado y me eché novia. A veces me escapaba a pescar, porque quería más al mar que a ella.
Ahora ya sé que las letras no se van con las olas. Las letras vuelven, como las olas, y con ellas he escrito esto.
Lugar: Pulau Satonda – Sumbawa – Indonesia
2 replies on “Semana 24”
..Y por eso la debilidad que tenemos algunos por las sirenas…
Muy hermoso
Jaja. Gracias, Javi!