El plan es decir “habrá que descansar en algún momento no?”, pero el verano se presenta tan a tope que el sudor va a correr y no del calor precisamente.
Lo que sigue ocurriendo es lo de los encuentros felices, compartiendo momentos con gente de siempre y con gente nueva, como este finde almeriense, lleno de risas, de conocimientos para dejar de ser un erudito a la violeta.
Y es que lo hemos pasado (todos) en grande, ha cundido y nadie ha gunitado!
Hay que ver más el mar, que llena, y mucho.