En ocasiones se tiene la suerte de conocer un poco de cerca a los artistas que uno admira, y algunos de ellos, por su forma de ser y su actitud acaban decepcionando tanto que se te cae un mito, y además te resulta contradictorio que semejante genio no sea capaz de aplicar ese arte y talento en su comportamiento y su vida cotidiana.

En el caso de Eric Fuentes pasa todo lo contrario. Sus discos y su directo siempre son impresionantes, incluso ahora en solitario, y Eric como persona es aún más grande que su música. Ayer en Alcalá de Henares con su nuevo grupo nos hizo disfrutar tanto con las canciones rápidas como con las lentas, y a sus seguidores, tras el bajón que nos dio el enterarnos de la separación de los grandísimos Unfinished Sympathy, nos dejó con la ilusión de saber que va a seguir regalándonos su música. Un auténtico crack!

Por cierto, comentó que su nuevo disco está ya terminado y que seguramente estará en la calle a principios del año que viene. Éste sí que es compra segura.